Cartago: Nazareno de Orosí entre quimeras
Fotografía: Rodolfo Gutiérrez
En el escrito: La Orden Franciscana, autoría de Eladio Pardo y publicado por la Editorial Costa Rica se señala: “es una pieza escultórica mide dos varas de altura… tiene una belleza extraordinaria… antiguamente y hoy vienen los fieles desde pueblos lejanos a orar a sus pies…”
Dos leyendas corren sobre esta imagen. Una, que entendemos se repite en otros pueblos de Centroamérica, particularmente en Guatemala: “Dicen que cuando el artista terminó de tallar, la imagen se lleno de vida, los ojos, los tristes y apacibles ojos, se llenaron de amor frente al escultor… los labios se movieron dulcemente le dijeron ¿ Dónde me conociste que me has hecho tan bien?. Y, el artista, aterrado, se desplomó”.
Mientras, que la otra leyenda señala: “En un convento de España. a mitad del siglo XIX, había una monja meditando y contemplando la pasión de Ntro. Señor Jesucristo… En un momento se pierde en éxtasis y a pie del Sagrario, gemía y se quejaba en estos términos: Señor¡¡¡¡, ¡ Señor Mio¡¡¡ vilipendiado y azotado por mis culpas….. déjame ver tu faz sangrienta… permíteme contemplarte, frente a frente y cara a cara… camino del Calvario, cargado con la con la Cruz, ¡ atiende a mi clamor… satisface mis anhelos… dime al menos, Señor , adónde, en que punto del Universo esta la imagen que mas se asemeja a la realidad…. Después la religiosa escuchó una voz que le decía: En la joven América, perdida al pie de una montaña, en el fondo de un valle que ha robado sus bellezas al cielo mismo… en Orosí …en la iglesia que levantaron los hijos de mi siervo Francisco, la imagen que me representa con la Cruz a cuestas camino al Calvario…el Nazareno de Orosí… es él que mas se acerca a la realidad.